viernes, 2 de julio de 2010

Palabras artesanas

Os presento "El loco", un microrrelato mío elegido finalista en el concurso "Artesanía Comprimida":


EL LOCO

Era la décima Feria de Artesanía del lugar. Había botijos, lámparas de papel, carteras de cuero, cristales de mil formas, paragüeros de madera, manteles bordados, muñecas de trapo, pendientes de plata, animalitos de barro...

...Y un loco haciendo cometas a las que, volando, se les cortaba solo el hilo.


Ahora toca esperar "la criba" de los finalistas y ver si puedo llevarme algún premiecillo... (aunque he de confesar que no alimento muchas esperanzas)

¡Qué curioso! de los tres que presenté, éste era el que "menos" me gustaba... Pongo los otros, y que cada uno haga su opinión:

PLUMAS

Surgió un día con la brisa que inflaba las telas de los puestos de la feria. Todos allí se conocían, y sin embargo nadie recordaba haber visto antes la cara de aquel hombre.

Vendía pájaros de madera, livianos, con las plumas extendidas. Algunos se acercaron hacia él para preguntarle cómo se llamaba, de dónde venía, qué es lo que hacía. Él no los escuchaba. Obcecado, seguía haciendo pájaros y más pájaros, con el pelo, con la ropa, con las pestañas llenas de serrín. No podía detenerse, tenía que darse prisa, él podría llegar en cualquier instante...

Pero nadie los compraba, ni siquiera los curiosos se paraban a mirarlos.

Por la tarde a todos les sorprendió una bandada de plumas y ruido que salió volando de la nada, con estrépito de colores.

El Artesano miró al niño que miraba al cielo con una sonrisa en la boca.

- Yo hago ilusiones.


EL ARTESANO

Aquel extraño hombre, moreno y barbudo, había ganado el concurso de artesanía regional.

- ¿Y qué más hace usted aparte de lo expuesto en la muestra?

- ¡Uy! De todo... Cualquier cosa que imagines.

- ¿Cuánto tiempo lleva trabajando en este maravilloso arte de hacer cosas, de crear con sus propias manos?

- Toda una eternidad, hija.

Rió con su barba poblada ante las desvaídas preguntas de la jovenzuela que sujetaba el micro, y sus carcajadas estallaban en el objetivo de la cámara de esa cadena provincial que nadie veía.

Al salir del lugar se sentía orgulloso: era la primera vez que reconocían su trabajo. Lástima haber ganado con esas figurillas de barro, hechas ya hace demasiado tiempo; tampoco eran para tanto... Y vio todo lo que había hecho: millones de cosas hermosísimas desde hacía tantos, tantos años...

"Y bueno, no te emociones -se dijo Dios a sí mismo- jugabas con ventaja"