sábado, 25 de agosto de 2012

Aspiraciones

Mamá, quiero ser poeta
y decir en verso libre que 
a los veinticuatro llegué a vivir 
en una ciudad olvidada de Europa
a donde fui siguiendo a una mujer
con la que quise experimentar 
(tesis, hipótesis, clítoris)
y acabó abandonándome por un curtator 
y acabé abandonándome a las colillas
a la procastinación
al onanismo
y lo escribí existencial y sucia
invocando la salvación de la ataraxia
Mamá, quiero ser poeta 
porque ahora mi mundo no tiene bohemia
ni buhardillas
ni absenta
ni porros
o LSD
o botellas vacías de vodka del Mercadona detrás de las puertas
Quiero tener un editor que me ignore
y al que ofrezca mis favores sexuales
una mamada cada tres poemas publicados  
y que me diga tienes talento
pero la gente no te va a entender
mientras se sube la cremallera
Luego haré que mi musa sea 
un cura 
y todos los días soñaré con mi excomunión
ya me imagino la admiración
de los otros poetas del bar
 
y ese día puede que no tenga que
dejar a deber el café
y me invitarán a los gin-tonics
y terminaré tirándome al camarero en el almacén
mientras aquel cura de mis inspiraciones
de cuyo nombre ni me acordaré 
recurrirá arrepentido al cilicio
tras correrse en el casto lecho
pensando en mí
Madre, mi vida como poeta 
será maravillosa
me despertaré a las cuatro de la tarde
la boca todavía con sabor a vómito
justo a tiempo para salir corriendo
y llegar a la presentación de un libro
de uno que sí tuvo suerte
y da clases en la universidad
conferencias
publicaciones en revistas
y hace una columna los jueves
para el relevante periódico local
Allí me saludarán los de siempre
y tras pedirle que nos firme el ejemplar
y decirle que con su rúbrica tiene más valor
y hacernos los cultos
y darle la más sincera enhorabuena
nos iremos al bar de la esquina 
a ponerlo a caldo
a llamarle pobre ignorante o chupapollas
o vendido al capital y a la clase política
Esa noche me cortarán la luz
porque mi karma dio por materializarse
en Iberdrola
y tuve que leer a Ginsberg
a la luz naranja que me venía de la calle
y leí a las mentes más brillantes de su generación
con el reflejo de la sirena de la ambulancia
Y luego tuve que pagar el alquiler
y no pude
y volví a vivir contigo
Tú decidiste mentir y decías a tus amigas
que no estaba bien de salud
el estómago
que yo no quería venir pero que tú insististe
que una temporada en casa me vendría bien
que ya saben cómo os ponéis de tercas las madres
y luego añadías que era una gran poetisa
que había ganado muchos premios
(te faltó decir "a los 12")
Mamá, joder, no les digas eso de poetisa
que suena a cursi y a niña repelente
¿A qué hora va a estar la cena?
   
Mamá, quiero ser poeta
Cuando acabe bachiller
me voy a matricular
en Filología Hispánica 

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